En un Mundo Mejor

 

Agresividad, destructividad, violencia, pulsión de muerte…. La intención de la directora, Susanne Bier, fue hacer una película sobre la venganza pero, como suele ocurrir, le salió algo mucho más complejo: la violencia en su manifestación eterna, en la infancia, en la adolescencia y en la edad adulta; la violencia en la sociedad desarrollada y en los pueblos primitivos; la violencia individual y colectiva; la violencia arbitraria y la violencia justiciera. Además, la película cuenta con el hacer y el estilo de Dogma 95 que nos libra de efectismos y casi se somete a las  reglas de castidad que caracteriza al movimiento.

La violencia pues, en distintos escenarios y con finales distintos, pero unidos por las buenas intenciones y el buen corazón. Echamos de menos algo más a lo Hamlet : los niños deberían haber muerto: uno, cuando estalla la bomba, el otro tirándose desde el silo. El padre-médico debería haber muerto a manos de las hordas de big-man . En cualquier caso, la película es la que es y refleja un debate permanente sobre la violencia.

 

{jcomments on}